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Cuidamos lo frágil,el pequeño detalle, andamos con ello con mil ojos, no lo dejamos tocar ni lo movemos de sitio para evitar romperlo. Crecemos con ello y, aunque no lo pensemos, se trata de esa pequeñísima y a la vez gran fuerza nos ha acompañado durante años, nos ha hecho grandes y en cualquiera de nuestros malos momentos estuvo ahí, acompañándonos. Lo frágil nos hico frágiles a nosotros en ocasiones,pero, hemos crecido juntos, y ahora, lo que era terriblemente débil en un principio, ahora es tan fuerte como nosotros queramos que sea.
Porque quizá sea siempre esa la cuestión de todo lo que empieza siendo una pequeña tontería; cuidarla para ayudarla a crecer.